Artistas callejeros argentinos
En un principio los vecinos miraban los graffitis, stencils y murales con indiferencia y las autoridades municipales los toleraban. Actualmente promueven su desarrollo. Poco a poco se convirtieron en parte del paisaje urbano.
Jaz
Lean Frizzera
Millo
Y a su vez, artistas internacionales reconocidos, como Blu, Ayrz, Millo, Spok, o Rodríguez-Gerada llegan a Buenos Aires y encuentran en las paredes de los barrios porteños una libertad que añoran en sus países de origen.
SpokAlfredo Segatori
En las orillas del Riachuelo, a pasos del viejo puente Pueyrredón, Alfredo Segatori homenajeó a Quinquela Martín en “El regreso de Quinquela”, uno de los murales más grandes del mundo. Cerca de ahí, Martín Ron pintó a “Pedro Luján junto a su perro” bajo una tortuga gigante que parece flotar. Y si bien fue alterado por una pintada política sin escrúpulos, sigue siendo uno de las imágenes más hermosas de Barracas. A pocos metros de la Avenida 9 de Julio, en una descascarada medianera de un estacionamiento de Monserrat, el cubano Jorge Rodríguez-Gerada hizo un retrato gigantesco de “David”, un chico de la calle que conoció en el centro educativo Isauro Arancibia.
Es la segunda vez que el artista cubano está en Buenos Aires para pintar en la calle. Este mural se titula “David” y muestra a un niño de 11 años que estudia en el Centro Educativo Isauro Arancibia , una escuela especialmente para niños en situación de pobreza. La escuela está siendo amenazada con demolición para dejar espacio a una nueva ruta de autobús, y Rodríguez-Gerada creó la obra de arte para llamar la atención sobre el trabajo que hace el Centro Educativo Isauro Arancibia para la comunidad local.
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